Más de una veintena de exjefes de Estado de 11 países de Iberoamérica lamentaron que los presidentes latinoamericanos, con excepción de dos, han guardado silencio ante los recientes abusos de poder de Daniel Ortega en Nicaragua. En el caso de Andrés Manuel López Obrador, es doble el reclamo por su intervencionismo en el caso de Perú.
Este lunes la organización Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), en el que se agrupan exmandatarios de países de Latinoamérica y del país europeo, dieron a conocer una declaración en la que deploran que, ante los abusos de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, hayan mantenido el silencio, con la excepción del chileno Gabriel Boric y el ecuatoriano Guillermo Lasso.
Como recuerda la declaración, en días pasado la dictadura de desterró a 222 presos políticos, además de que le ha confiscado bienes y quitado nacionalidad y derechos de ciudadanía a 94 personalidades e intelectuales críticos (entre ellos los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli), además de condenar a Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, a 26 años de prisión por rechazar salir exiliado del país.
Frente a ello, los exmandatarios agrupados en IDEA “lamentan el silencio de los gobiernos de la región —con excepción de los presidentes de Chile, Gabriel Boric y Ecuador, Guillermo Lasso— ante la arremetida dictatorial de Nicaragua”.
Además, el grupo de exjefes de Estado puso énfasis en el caso de México por sus posturas frente a dos situaciones conflictivas en América Latina, las que se viven en Perú y en Nicaragua, ya que en la primera abandonó la No intervención mientras hace mutis ante los abusos del régimen de Ortega.
Así, señalaron que López Obrador, “dejando de lado su repetido principio de la No Intervención acuse de espurio al gobierno democrático y provisional del Perú para evitar transferirle la presidencia Pro Tempore de la Alianza del Pacífico, mientras calla ante el ejercicio y las violaciones de derechos humanos perpetradas por la pareja Ortega-Murillo, en Nicaragua”.
La declaración de IDEA fue firmada por 22 exmandatarios de 11 países; por México signaron Vicente Fox y Felipe Calderón. Otros fueron Óscar Arias, de Costa Rica; José María Aznar, de España; Eduardo Frei y Sebastián Piñera, de Chile; Iván Duque y Andrés Pastrana, de Colombia; Lucio Gutiérrez y Lenin Moreno, de Ecuador; Mauricio Macri, de Argentina, y Juan Carlos Wasmosy, de Paraguay, entre otros.
El pasado sábado 18 el presidente chileno escribió solidariamente con los nicaragüenses a quienes les fue quitada la nacionalidad, con especial referencia a los escritores: “Un abrazo fraterno a Gioconda, Sergio, Sofía, Carlos y a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense. No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto. No están solos!”.
Apenas el 10 de febrero los integrantes de IDEA habían expresado su solidaridad a los 222 prisioneros desterrado por el gobierno de Ortega, añadieron que “renuevan su condena de la persecución religiosa, los atentados a las libertades personal y de expresión y de prensa, como de los derechos a la democracia en un contexto de graves violaciones generalizadas y sistemáticas de derechos humanos que no cesa y ejecutan los distintos poderes del Estado”.
Asimismo, convocaron al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, a la Organización de los Estados Americanos y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para intervenir en el asunto y defender a las víctimas.