A un día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el expresidente republicano Donald Trump y la vicepresidenta demócrata Kamala Harris redoblan sus esfuerzos en una intensa jornada de campaña en estados estratégicos, en un intento final por atraer votos cruciales en la carrera hacia la Casa Blanca.
En este último día antes de los comicios, Harris se ha enfocado en Pensilvania, un estado que aporta 19 votos electorales y que es decisivo para el Colegio Electoral. La candidata demócrata ha optado por visitar ciudades de clase trabajadora como Allentown y culminará el día con un mitin nocturno en Filadelfia, que contará con la presencia de figuras de renombre como Lady Gaga y Oprah Winfrey. Su presencia subraya la importancia de Pensilvania en el escenario electoral, dado que se espera que este estado sea uno de los factores determinantes del resultado final.
Por su parte, Donald Trump recorre tres estados en una maratónica serie de cuatro mítines, comenzando en Raleigh, Carolina del Norte, y haciendo dos paradas estratégicas en Pensilvania, con eventos en Reading y Pittsburgh. Su jornada de campaña terminará en Grand Rapids, Michigan, replicando la tradición de cerrar sus campañas en este estado clave, un movimiento que rememora sus dos contiendas anteriores por la Casa Blanca.
La movilización en los estados clave coincide con los esfuerzos de organizaciones no partidistas en Georgia, donde voluntarios han intensificado sus campañas puerta a puerta para incentivar la participación del voto latino. Con el voto latino desempeñando un papel cada vez más crucial, las campañas se extienden “hasta el último minuto” para asegurarse de que más electores latinos acudan a las urnas el martes.
Hasta el momento, más de 77 millones de estadounidenses ya han votado de manera anticipada, una cifra que representa casi la mitad de los 158 millones que participaron en las elecciones de 2020. Aun así, Harris y Trump han enfatizado la importancia de que millones de votantes adicionales acudan a las urnas el martes, último día de votación.
Cualquiera que sea el resultado de los comicios, se espera un desenlace histórico. De ganar Trump, se convertiría en el primer presidente electo en haber sido acusado y condenado por un delito grave, y tendría el poder de poner fin a otras investigaciones pendientes en su contra. Además, de lograr la victoria, sería el segundo presidente en la historia en ganar mandatos no consecutivos en la Casa Blanca, un hito que solo ha logrado Grover Cleveland en el siglo XIX.
En el caso de Harris, una victoria la convertiría en la primera mujer, la primera mujer negra y la primera persona de ascendencia del sur de Asia en ocupar la Oficina Oval. Cuatro años después de haber roto barreras similares al asumir el cargo de vicepresidenta, Harris aspira a hacer historia una vez más como presidenta de Estados Unidos.
Este lunes marca el fin de una contienda polarizante y determina el rumbo político del país para los próximos cuatro años, mientras millones de estadounidenses se preparan para ejercer su derecho al voto en el día final de una elección cargada de significado histórico.
