En el marco del Día Mundial de la Poliomielitis, Costa Rica conmemora tres décadas sin casos de poliomielitis en las Américas, gracias a los esfuerzos de vacunación y vigilancia epidemiológica. El último caso de polio en el país se registró en 1973, y desde entonces, la vacunación ha sido clave en la erradicación de la enfermedad.
Sin embargo, el riesgo de reintroducción de la poliomielitis persiste, debido a la posibilidad de casos importados o personas no vacunadas que visitan países donde el virus sigue circulando. En 2023, se reportaron 31 casos sospechosos de parálisis flácida en Costa Rica, pero todos fueron descartados. En lo que va de 2024, se han reportado 12 casos sospechosos, que también resultaron negativos.
La poliomielitis, una enfermedad altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños menores de 5 años, se transmite a través de agua o alimentos contaminados con heces de personas infectadas. Los síntomas iniciales son similares a los de una gripe, pero pueden evolucionar rápidamente hacia la parálisis en personas no vacunadas.
La Dra. Mary Munive, vicepresidenta y ministra de Salud de Costa Rica, subrayó la importancia de continuar vacunando a los niños para prevenir futuros brotes. “El simple acto de vacunarse previene enfermedades. Continuemos trabajando por 30 años más libres de polio”, indicó Munive.
La poliomielitis afectó a Costa Rica en pequeños brotes hasta 1936, cuando se registró la primera epidemia con 17 casos. A partir de 1956, las campañas de vacunación lograron altas coberturas y permitieron la erradicación de la enfermedad en el país.
Hoy, Costa Rica se une al llamado global de mantener la vigilancia y las campañas de vacunación para asegurar un futuro libre de polio.