En una muestra de solidaridad internacional y compromiso humanitario, brigadistas salvadoreños y efectivos de la Fuerza Pública de Costa Rica unieron esfuerzos para llevar ayuda a comunidades incomunicadas tras el impacto de intensas lluvias en la región.
El río Térraba, en el sur de Costa Rica, ha registrado un desbordamiento significativo, dejando a varias localidades aisladas y sin acceso a servicios básicos. Este escenario ha movilizado tanto a los equipos locales como a los brigadistas salvadoreños, quienes, desafiando las corrientes, están utilizando lanchas y equipos especializados para cruzar el caudaloso río y entregar alimentos, agua potable y medicamentos.
La misión en el terreno
Los rescatistas enfrentan condiciones adversas, incluyendo corrientes rápidas y un terreno fangoso que dificulta el avance. Sin embargo, su prioridad es brindar apoyo a las familias que se encuentran en mayor vulnerabilidad.
“El trabajo coordinado entre nuestros equipos y los brigadistas salvadoreños demuestra la importancia de la cooperación en momentos críticos”, expresó un portavoz de la Fuerza Pública de Costa Rica. “Estamos unidos por un solo propósito: salvar vidas y atender las necesidades de quienes más lo requieren”.
Ayuda solidaria internacional
El equipo salvadoreño, especializado en atención de desastres, llegó al país centroamericano como parte de un convenio de cooperación mutua ante emergencias naturales. Su experiencia ha sido clave para realizar evacuaciones y evaluar los daños en las zonas más afectadas.
Mientras tanto, las autoridades costarricenses han pedido a la población mantenerse alerta y seguir las recomendaciones oficiales, ya que las lluvias podrían continuar en las próximas horas, complicando aún más el acceso a estas comunidades.
Un llamado a la acción
El esfuerzo conjunto no solo evidencia la fuerza de la solidaridad regional, sino que también subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos de respuesta ante desastres naturales en Centroamérica. Los rescatistas han solicitado apoyo adicional en forma de donaciones y recursos logísticos para continuar con su labor.
La situación en la región afectada sigue siendo crítica, pero la determinación de estos héroes anónimos asegura que la ayuda llegue incluso a los rincones más remotos.