Sergio Quesada, era juez en los Tribunales de Justicia de Goicoechea, fue hallado sin vida en su vivienda, por lo que las autoridades investigan lo sucedido.
El juzgador formó parte del tribunal que llevó el juicio contra un hombre conocido como “Manzanita” y que fue anulado tras casi un año de empezado.
Según allegados, Quesada, no solo era un excelente profesional, sino que una persona con una amabilidad y respeto hacia las partes, que era de admirar.
Qué sucedió?
El profesional del derecho Rafael rodríguez Salazar, aseguró en su perfil de facebook, que le correspondió tenerle como Juzgador en varios procesos, y escribió: “Nos sorprende la noticia que da cuenta de la muerte del Juez Sergio Quesada. Un profesional con el cual me correspondió tenerle como Juzgador en varios procesos. No solo era un excelente profesional sino que una persona con una amabilidad y respeto hacia las partes, que era de admirar. Dios de fortalece a sus familiares y amistades.
Su muerte, nos lleva a una reflexion.
El trabajo legal, los litigios y la labor judicial exigen un nivel de concentración, responsabilidad y toma de decisiones que pocas profesiones soportan. Sin embargo, la carga excesiva, la presión constante y el silencio impuesto por el tabú de hablar de salud mental, han generado en muchos profesionales del derecho, jueces y funcionarios judiciales cuadros de ansiedad, depresión y desgaste ocupacional.
Ignorar esta realidad no solo afecta a las partes del proceso y las personas juzgadoras, sino también a la calidad de las resoluciones y al acceso a la justicia de toda la ciudadanía.
Las consecuencias más lamentables —como crisis emocionales graves, renuncias anticipadas o incluso pérdidas humanas irreparables— pueden y deben evitarse.
Atender la salud mental en la abogacía y la judicatura no es un lujo ni un signo de debilidad: es una obligación ética e institucional. Se requiere abrir espacios de acompañamiento, implementar políticas de prevención, promover una cultura de apoyo y, sobre todo, romper el silencio que convierte el sufrimiento en una carga individual.
Solo así garantizamos no solo la dignidad y el bienestar de quienes atienden conflictos de índole legal, a quienes imparten justicia, sino también la solidez de todo el sistema legal y judicial y la confianza de la sociedad en él.
La salud mental, es una preocupación que merece la atención debida”. Puntualizó.