El presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, regresó a sus funciones tras una ausencia de más de un mes, y lo hizo en medio de estrictas medidas de seguridad implementadas en el edificio legislativo. Según fuentes oficiales, estas disposiciones responden a presuntas amenazas de bomba y muerte dirigidas a varios diputados, principalmente de los partidos Liberación Nacional (PLN) y Frente Amplio (FA).
Como parte de las medidas adoptadas, el personal del Congreso deberá ingresar por una entrada lateral ubicada cerca del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y someterse a revisiones con escáneres. Asimismo, se ha prohibido el uso de la entrada principal del edificio legislativo, con el objetivo de controlar y garantizar la seguridad de todos los trabajadores y visitantes.
Las autoridades aún no han dado detalles específicos sobre la naturaleza de las amenazas, pero la situación ha generado preocupación entre los legisladores, quienes piden que se esclarezca la situación y se tomen acciones contundentes. La Asamblea Legislativa, en conjunto con el Ministerio de Seguridad, continúa evaluando y ajustando las medidas necesarias para proteger a los diputados y al personal, y para asegurar el desarrollo normal de las labores parlamentarias en el recinto.